viernes, 29 de abril de 2016

Bienvenido, Camino de Invierno

La nieve en O Cebreiro fue durante siglos un muro insalvable para los peregrinos atrapados en el Bierzo entre los meses de noviembre y mayo. Fue así hasta que el cauce del Sil empezó a servir de pasillo entre la meseta y Galicia. Nacía el Camino de Invierno, que este martes quedó reconocido oficialmente después de años de trabajo. La aprobación de la ley de Patrimonio en el Parlamento autonómico coloca a este itinerario jacobeo como una alternativa más para alcanzar Santiago. Ocurre lo mismo con la ruta por Arousa y el río Ulla, la única de tipo marítimo-fluvial y que rememora la traslación de los restos del Apóstol desde Palestina hasta Padrón. 

«Es un día festivo. Se ha dado un paso de gigante para consolidar el Camino de Invierno. Queda mucho por hacer, pero es una inmensa alegría», declara a ABC Asunción Arias, presidenta de la Asociación Amigos do Camiño de Santiago por Valdeorras, presente en el hemiciclo durante el debate junto a otros compañeros de la Asociación de Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra.

Hace casi un cuarto de siglo desde que una investigación del profesor Ramón López Caneda —fallecido en 2012— sentara la base para recuperar esta ruta «de la que hablan documentos de 1228», explica Arias. Después vinieron las reuniones con los ayuntamientos implicados que se fueron sumando con distinta intensidad al proyecto y la señalización, primero con la imprescindible flecha amarilla, después con mojones, una labor que aún no ha finalizado a lo largo de los casi 300 kilómetros y diez etapas que configuran este Camino.

Enorme tarea por delante

Durante este tiempo, los amigos del Camino han editado guías y programas de radio sin olvidar la hospitalidad; mantenido también abiertos albergues mientras se negociaban con los hosteleros descuentos para quienes presentaran la credencial de peregrino. Por delante, la tarea ahora no es menor. «El Camino de Invierno tiene un problema de infraestructuras», detalla Arias. Sirva como ejemplo que desde Quiroga, en Lugo, hasta Lalín, ya en Pontevedra, no hay albergues. Esto supone que Monforte de Lemos, con una población cercana a los 20.000 habitantes, carece de esta tipología de alojamientos. «De A Rúa a Quiroga solo hay fuentes y ningún bar ni otros establecimientos en casi 28 kilómetros», apunta.

 Desde 2015 la Catedral de Santiago contabiliza a los peregrinos que llegan por el Camino de Invierno. Aunque las estadísticas hablan de 222 personas que recogieron la «compostela», los registros en la ruta —por la que pasaron dos grupos de «boy scouts» de medio millar de chavales cada uno— elevan la cifra «a unos 3.000. La tendencia es al alza». Ahora toca remangarse para llevar a cabo la delimitación oficial. Arias aspira a que esté completamente terminada en el próximo Xacobeo 2021


Fuente:  http://www.abc.es

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