Diario de un peregrino

Todo tiene un principio

Como bien dice el titulo "todo tiene un principio" y hoy jueves 21 de enero del 2010 es el mio en este blog.

Me llamo Guillermo, pero bueno eso ya lo habréis visto en mi perfil. Mi idea original es poder contar mis experiencias en el Camino, tanto de peregrino como de hospitalero voluntario. Lo primero seria definir que es el Camino y en plan técnico diría:

Es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa (ahora de todo el mundo) para llegar a la cuidad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa.

Pero aparte de de esta definición el Camino de Santiago, es algo más que es bastante difícil de explicar, pero fácil de adivinar, tan solo hay que ponerse a caminar y tu mismo sacaras todas tus conclusiones sobre el camino.

Dejare un enlace para que tengáis una idea: http://www.caminosantiago.org/

Bueno ya con esto os dejo un rato, seguiré publicando mis pensamientos y alguna que otra foto.

Preparación y puesta a punto.

Que decir de mi primer camino, meses preparando el cuerpo, largas caminatas por el campo, seis días a la semana, con la suerte que aquí en Alcalá de Henares tenemos un parque natural llamado Parque de los Cerros, ya de paso os cuento un poco de su historia:
Los cerros de este parque natural fueron asentamiento secular de las primeras poblaciones prehistóricas que colonizaron nuestro entorno; más tarde en estos mismos cerros se situó la antigua ciudad árabe (Alcalá Na-Har). Posteriormente la ciudad se colocó en el emplazamiento actual y los cerros quedaron como fincas particulares de señores que vivían por los alrededores, hasta que finalmente y en época contemporánea, el ayuntamiento de la ciudad compro estos terrenos y los convirtió en una extensión de 800 hectáreas hechas para el disfrute de sus paisajes y la expansión de su flora y fauna. Hace muchos años el parque natural estaba poblado de arboles entre otros, encinas, coscojas y pinos, sin embargo diversos factores favorecieron a su desaparición. Estas causas están en que dichos arboles fueron arrasados por el fuego (deforestación), las tierras aradas por los campesinos y los dueños de las fincas, y por otro lado, sus empinadas cuestas y abruptas laderas no favorecieron en nada la vegetación arbórea. Sin embargo en su lugar quedó un auténtico paisaje natural que recuerda los tipos de vegetación mediterránea árida y semiárida existentes en América del Norte, África septentrional y Oriente Medio. (Foto: "Fortaleza árabe dentro del parque").

Tras las caminatas, llegada a casa y bueno a seguir soñando con el camino, mirando continuamente guías del camino, anécdotas de otras personas y charlas con la familia y amigos, y como no visita obligada al DECATHLON, en busca de la mochila apropiada, botas y equipación en general. Al final del día piensas bueno ya queda menos para el día D, listo el billete del tren (19,90 € tarifa web de renfe por internet, comprando con antelación).

Llega el momento de ir pesando la mochila con todo su equipación, la bascula en casa lista y la mochila cargada, al principio me da un peso de 11 kg. ufff, demasiado peso, así que descargo y empiezo a eliminar cosas, ahora son 9 kg. la cosa va mejor, dejamos algo más y al final 7 kg. perfecto. Ahora solo queda que llegue el día deseado.

Como despedida de la familia preparo una paella y abro una botella del año 1974. Todo genial (las apuestas de abandono me aventuran que como muy lejos llego a Burgos, no esta mal, pero llegare a Santiago, eso lo tenía muy claro).

En la línea de salida.

Como todo en la vida tiene un comienzo, el mio ya esta hay.

Me levanto temprano, la familia lista para despedirme, así que cargo con la mochila y bordón y dirección al coche en compañía de mi mujer, mi hija.

Llegada a la Estación de Atocha, tomamos un café y me compro un cinturón (con portamonedas en el interior) en Coronel Tapioca. Ya se acerca la hora son las 10,00 de la mañana y el tren sale a las 10,35.

Despedida de la familia, ufff mi hija llora y se abraza a mí, bueno me hago un poco el duro, besos a todos, compartimos unas miradas muy cómplices mi mujer y yo (aguanto las lagrimas). Ya no dejan pasar la familia a la sala de embarque. Paso yo solo y mi primera mirada es buscar a mi familia, las veo a las dos y las, sonrío, luego veo a unos cuantos peregrinos, que más tarde conocería en el camino, compartiendo saludos, palabras y amistad. Llega el momento de subir al tren, dejo la mochila donde puedo y me coloco en mi asiento con mi bordón. El tren es puntual y sale a su hora. Llego a Pamplona a las 13,40, increíble no hay retraso. Al salir de la estación conozco a una pareja de Alicante, con los que tras presentarnos, decidimos compartir taxi hasta Roncesvalles. El taxista muy amable nos da su tarifa y nos sirve de guía comentándonos todo el recorrido.

Una vez en Roncesvalles, lo primero es dejar las mochilas en el Hostal-Restaurante Sabina, su propietario muy amable nos abre una habitación pequeña y ahí las dejamos, con la pareja alicantina paso al comedor donde comemos, esta pareja quiere que les acompañe hasta Saint Jean Pied de Port y comenzar con ellos el camino, pero yo les digo que ya tengo programado salir desde Roncesvalles, nos despedimos y marcho a la oficina del peregrino donde sello mi credencial y me dan cama en el albergue, creo que soy el único español en el albergue. Impresiona el albergue, bueno visito Roncesvalles y voy mas tarde a misa del peregrino, donde me dan la bendición con estas palabras:

Oh Dios, que sacaste a tu siervo Abraham de la ciudad de Ur de los Caldeos, guardándolo en todas sus peregrinaciones, y que fuiste el guía del pueblo hebreo a través del desierto: te pedimos que te dignes guardar a este siervo tuyo que, por amor de tu nombre, peregrina a Compostela. Sé para él compañero en la marcha, guía en las encrucijadas, aliento en el cansancio, defensa en los peligros, albergue en el camino, sombra en el calor, luz en la oscuridad, consuelo en sus desalientos y firmeza en sus propósitos para que, por tu guía, llegue incólume al término de su camino y, enriquecido de gracias y virtudes, vuelva ileso a su casa, lleno de saludable y perenne alegría. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Que el Señor dirija tus pasos con su beneplácito y que sea tu compañero inseparable a lo largo del camino. Amén.
Que la Virgen Santa María te dispense su maternal protección, te defienda en los peligros de alma y cuerpo, y bajo su manto merezcas llegar incólume al final de tu peregrinación. Amén.
Que el Arcángel San Rafael te acompañe a lo largo del camino como acompañó a Tobías y aparte de ti toda incomodidad y contrariedad. Amén
Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti. Amén

Muy emotiva, las lagrimas se asoman por mis ojos sin querer, pero hay están.

Marcho al restaurante a comer un bocadillo de lomo con queso y un refresco, a la mitad del bocata tengo que dejarlo, así que le pido al camarero que me lo envuelva, así lo hace y me da una bolsa, doy las gracias y marcho para el albergue, marcho al aseo y ya preparado para dormir (me acuerdo de la mili en estos momentos, tanta gente durmiendo bajo el mismo techo).

Ahora solo toca intentar dormir, veremos si hay suerte, ya que lo que si hay son muchos nervios por comenzar la jornada de mañana.

Etapa 1. Roncesvalles-Larrasoaña(27 km)

Ya son las 06:00 h. Se encienden las luces en el albergue, de fondo se escucha canticos gregorianos, muy emotivo, recojo mis cosas y me todo un café con leche en la cocina. Seguidamente me coloco la mochila, salgo al exterior, aun no hay luz, pero no tardara mucho en amanecer. Caliento un poco los músculos y con gran emoción comienzo mi camino (por fin), delante mio va un alemán a buen ritmo.

Un tramo bastante llano y agradable por esta senda forestal que nos lleva hasta Burguete, lugar donde paro en una cafetería a tomar un café y un bollo, tengo una pequeña charla con la camarera sobre el camino (de ahora en adelante creo que este tema será bastante común). Conozco a unos coreanos (hermanos) nos saludamos, ellos se quedan a desayunar y yo continúo con mi camino.

Salgo del pueblo, el camino se hace algo más agreste, pero indudablemente su belleza es inigualable. Poco a poco llegamos a Espinal, tras salir de este pueblo por una pista cementada para continuar en una de tierra comenzamos con el ascenso al alto de Mezquiritz para comenzar con otro descenso, ahora toca atravesar una carretera en la cual me encuentro con un hito con la imagen labrada de la Virgen de Roncesvalles, en la cual me arrodillo y rezo durante un rato al igual que otros peregrinos.

Tras cruzar la carretera tomo un estrecho camino, el cual atraviesa un hermoso bosque, llegando así a la localidad de Viscarret.

No parece tan duro o quizás la belleza del paisaje y las charlas internas con uno mismo haga que uno se encuentre tranquilo y en paz.

Tras un paseo breve llegamos a Linzoaín. Ya en el pueblo se puede ver un camino cementado que nos llevara al alto del Erro, pero ufff, este camino se ve muy empinado. Paro un momento, trago algo de agua y ayudo a un alemán a colocarse la mochila para que se prepare para la subida. El camino transcurre en lindo bosque donde me encuentro con un pequeño y humilde monumento que rinde homenaje a un peregrino japonés que murió en este lugar (Dios lo tenga en su gloria, al igual que tantos que no llegaron a Santiago), tras cruzar una carretera llego a un camino bastante pedregoso, en el cual ya puedo ver Zubiri.

Etapa 2: Larrasoaña-Zizur Menor(20,6 km)

Son las 06:30 h del día 02 de mayo, ya en pie y listo para emprender la marcha, inicialmente emprenderé esta etapa solo, la gente a la que conocí ayer deciden salir más tarde (no les gusta madrugar), mi idea inicial era llegar hasta Pamplona, pero bueno no adelantare acontecimientos. Los calentamientos de rigor ya están realizados y tras beberme un batido y comido unas peras inicio mi camino.

El puente de los bandidos sobre el río Arga es mi principal referencia para salir de Larrasoaña, a pesar de la cuesta que me encuentro de un kilometro esta resultado ser un delicioso paseo. Me adentro al pueblo de Akerreta y de ahí a una pista junto al rio Arga por un bosque bastante deliciosa, hoy es el día de los puentes que maravilla, me encuentro con varios portillos de los que abro y cierro continuamente, llegando como si nada a Zuriain.

Ahora toca caminar un poco por asfalto, pero como si nada tan solo son unos 500 metros y ya paso a una pista de tierra que me conduce a Irotz. Cruzamos otro puente y seguimos por el andadero que en ocasiones se pega demasiado a la carretera, pero enseguida entro en Zabaldika.

Al salir de esta población me encuentro con un área de descanso, seguimos y me encuentro con un paso subterráneo, aunque no será el único en el camino, el sendero me lleva hasta el antiguo puente de Trinidad de Arre, siento una emoción en mi interior muy grande estoy en el Pueblo de Miguel Induráin Villaba donde se puede ver un monumento a este glorioso ciclista, nada ya me queda poco por lo que opto por hacer una parada y tomar un cola cao y una napolitana. La pastelería está llena de peregrinos, motivos de saludos al saber que el final de la etapa esta próxima. Ya hasta Burlada el camino es por casco urbano, semáforos, saludo de la gente animando, muy bien.

Ahora me toca andar hasta Pamplona con mi primera compañía, una señora muy simpática de Pamplona que todas las mañanas sale a andar de Pamplona a Burlada y viceversa. El camino es asfaltado y la charla amena me habla del camino, me pone al día sobre cotilleos de la gente que la saluda. Entramos en Pamplona, me da un gran abrazo y dos besos, yo que estoy algo sensible me embarga la emoción.

La entrada a Pamplona es maravillosa, no me la esperaba así, El Puente de la Magdalena en increíble y nada más cruzarlo te encuentras con la fortaleza de Pamplona, impresionante. Me encuentro con dos peregrinos y hermanos de Sevilla, pero que viven en un pueblo de montaña de Gerona, me dicen que se quedan en Pamplona yo les digo que mi pensamiento era ese pero que son las 10:00 de la mañana y que continúo hasta Zizur Menor.

Un paseo por Pamplona y su Universidad, esta vez con un grupo de Alemanes que andan perdidos, se unen a mí, hablamos ellos en alemán y yo en español, no nos entendemos pero echamos unas risas, que no está nada mal. El camino hasta Zizur Menor es todo sobre aceras.

Llegada a mi destino, lo primero es visitar una tienda de ultramarino y comprar algo de embutido, pan, fruta y zumo. Me acerco al albergue donde ya hay unas nueve personas. Uno de ellos lo conozco del viaje en tren. Nos saludamos y como no hablamos del camino.

Tras abrir el albergue de Maribel Roncal, muy bien organizado y muy pensado para el disfrute y descanso del peregrino, lo primero es lo primero ducha, luego colada y a comer. Más tarde me tocara dar unos masajes, en concreto tres, luego charla con la gente del albergue y sin querer el día transcurre bastante rápido, hacemos cena colectiva entre varios, los chicos que conocí en Larrasoaña, que aparecen mucho mas tarde, otros dos chicos de Madrid con los cuales, con los que compartiríamos camino durante unos cuantos días, así que el grupo se va ampliando. Maribel (dueña del albergue) nos dice que reservemos el albergue en Puente la Reina (Albergue Santiago Apóstol) ya que de esta manera nos llevan todo en interior de las mochilas pero no las mochilas, así que dicho y hecho. Un día es un día.

Conozco a una Coreana a la cual la bautice con el nombre de Monumento, la única peregrina que camina con mochila y un bolso rosa, simpática y muy habladora. Ya no dejaríamos de vernos en todo el camino (siempre hacia mi ruta). Conozco y entablo amistad con un francés que viene de Le Puy en Velay, lleva caminado cerca de 800 km. Su camino lo hace por una promesa a su mujer e hija (fallecidas, que Santiago las tenga en su gloria). Perderé su rastro en la provincia de León (un saludo desde aquí, este amino no te olvida).

Etapa 3: Zizur Menor-Puente la Reina(17,8 km)

Amanece un nuevo día, me levanto con molestias en la pierna izquierda (tengo algo inflamado la pierna y el pie), unas barritas energéticas y un batido. Hoy me toca ir acompañado por dos chicos de Madrid, así que el camino de salida se hace muy ameno, no paramos de hablar sobre la subida al Monte del Perdón. A la llegada a la localidad de Zariquiegui ya podemos observar los famosos molinos y modernos molinos de vientos que coronan el Alto del Perdón.

Se inicia el ascenso sin gran dificultad para mí, pero sin embargo para mi compañero Valen que puede tener en cada pie diez ampollas sí que lo nota, por lo que bajo el ritmo. La emoción entra dentro de mi cuerpo, una de mis metas soñadas esta a punto de cumplirse, poder ver el Alto del Perdón, después de haber leído tanto sobre este paraje.

Tras las fotos de rigor y ver todo el paraje, me dicen que desde este alto se puede ver a Dios, a lo que yo respondo que donde, me señalan un pueblecito, el cual se llama Dios, así que se puede afirmar que desde el Alto del Perdón se ve a Dios. Mi pensamiento es quedarme a comer el bocata, pero hace mucho viento, y con la sudada de la subida, se transforma en frio, por lo que decidimos descender.

La bajara es bastante dura, toda con piedras sueltas, hay que tener mucho cuidado. Una vez terminada la bajada decidimos parar a comer el bocata y beber algo de agua.

El camino ahora se hace muy en pequeños caminos y carreterillas, campos de cultivo y viñas. La llega a Obanos se hace muy entretenida ya solo nos quedan para finalizar la etapa unos tres kilómetros, el día es estupendo, el sol calienta bastante por lo que al ver una terraza de un bar, decidimos tomarnos unas cervezas, dicho y hecho. Qué bien sientas con su pinchito. Visita por la localidad y en la iglesia doy saludos a una señora departe de su hijo que vive en Alcalá de Henares.

Emprendemos la marcha llegando a Puente la Reina, un pueblo muy medieval, sus calles estrechas con muchas flores en sus pequeños balcones. En la Iglesia del Crucifijo, nos indica un un señor se encuentra un Cristo germano, lo visitamos y es increíble (Cristo de la Pata de Oca), continuamos dirección del albergue, pero es imposible no pararse continuamente hay muchas cosas que ver que llaman la atención. Me ha gustado bastante esta localidad.

Al ver el Puente del Peregrino me quedo con la boca abierta, es increíble, bueno fotos y seguimos camino al albergue por lo que habrá que cruzar el puente y subir una cuesta, que si lo llega a saber antes me lo pienso. Pero bueno el albergue está abierto y casi vacío, sellamos y como todos los días ducha, colada y decidimos irnos al pueblo a comer.

La tarde transcurre muy tranquila, aunque la pierna izquierda me duele muchísimo y la inflamación es más que notable. Me toca dar unos masajes en el albergue. Luego la cena, una peras y algo de embutido y a la hora de ir a la cama se monta la gran juerga, el albergue esta todo en silencio, estoy en una habitación para 8 personas somos todos españoles menos uno que es alemán, queda una cama libre a la que entra una mujer de ya entrada en años, nos dice que la dejemos tranquila, que no abusemos de ella.

Con la oscuridad empiezan los chistes, las risas se escuchan en todo el albergue (perdonar todos los peregrinos, pero un día es un día), en broma uno dice que no hay narices a empezar con la siguiente etapa, así que todos en pie, preparando las mochilas, hasta que una voz más seria dice que mejor dormir, que mañana será otro día. Así que gracias a este chico, el descanso hacía falta, sobre todo a mi pierna.


Etapa 4: Puente la Reina-Estella (22 km)

Toque de diana y en pie, preparativos, desayuno y listos para emprender la marcha, la pierna izquierda es un infierno, duele una barbaridad, pero bueno es lo que toca (no todo va a ser un paseo de rosas).

El comienzo de la etapa se le ve suave, con ligeras pendientes, campos agrícolas y muchos espárragos, me encuentro con un corto pero fuerte repecho hasta Mañeru. Pero bueno se supera con tranquilidad.

Hasta Cirauqui el camino es muy parecido a lo que se va haciendo, con la diferencia que esta localidad esta en un alto y hay una gran pendiente para subirlo. Pero no hay problema, parada para desayunar de verdad. Un paisano de la localidad me habla del famoso Cojo de Cirauqui (guerrillero en las guerras carlistas). Comparto el desayuno con un gato negro, ya bien comido emprendo la marcha tras ajustar la mochila, me miro la pierna y pienso dentro de mi "lo que te queda". El pueblo es digno de ver, no se puede dar explicaciones.
Al salir del pueblo hay que atravesar un antiguo puente romano derruido, para seguir por una calzada romana que va a dar a un puente medieval y un rio salado, llegamos a la localidad de Lorca sin mayores complicaciones.

Esta localidad tiene una fuente que la recordare toda la vida, agua fresca y cristalina, con lo que se aprovecha para refrescarse uno.

Ya listo y refrescado continuo marchando hasta poder llegar a Villatuerta, no sé ni cómo andaba, el dolor en la pierna es insoportable. Lo primero que hago en Villatuerta en entrar en la iglesia y rezar, pedir que este dolor desaparezca. Una mujer del pueblo me dice "tu tranquilo hijo, más sufrió Cristo en la Cruz", le doy las gracias y salgo fuera, donde descanso un poco, haber si se pasa el dolor.

Tan solo me quedan 4 km para llegar a Estella, pero para mí estos últimos kilómetros se me hacen interminables.

Pasaremos la noche en un albergue nuevo, parroquial, nos toca esperar un poco hasta la hora de apertura. El recibimiento el este albergue es estupendo. Besos y abrazos. Conozco a la Hospitalera Voluntaria Ana Conde (perdona por poner tu nombre, sé que no te gusta) y un chica Austriaca pero que no pondré su nombre, ya que no se escribirlo. Me acompañan a la habitación, me ofrece una cama y agua fresca, parece que todos los males desaparecen, ahora toca ducha y colada. Más tarde marcharemos al pueblo a comer y conocerlo un poco parece bastante interesante.

El día se está estropeando, todo se nubla y amenaza tormenta (la primera en todo el camino). El pueblo me gusta, a la gente se le ve bastante acogedora. Tras comer con los amigos, visitamos casi todo el pueblo, luego en el albergue nos preparamos una pequeña radio para poder escuchar el partido de futbol (el Madrid ganaría la liga si gana hoy al Osasuna) mientras cenamos. De repente entra David el Cura y encargado del Albergue, no pregunta que hacemos a lo que le respondemos que escuchar el partido como podemos, a lo que nos dice dejar las cosas que las mujeres limpiaran y veniros a ver el partido a la parroquia que tengo pantalla gigante.
Le respondemos que ya vamos pero que primero recogemos y limpiamos lo que hemos ensuciado. Llegamos a la parroquia que está llena de chavales, que nos miran con cara de pocos amigos al ver que nosotros animamos al Madrid, el partido lo ganamos y los chavales se fueron a casa entre lagrimas.

Al salir de la parroquia llueve con bastante intensidad, pienso dentro de mí, bueno lo positivo es que mañana tendremos poco polvo para caminar. Ya es tarde y los ojos se cierran por lo marchamos a dormir felices y contentos.


Etapa 5: Estella-Los Arcos (21,8 km)

Me levanto temprano, son las 6 de la mañana, saco mis cosas de la habitación sin hacer ruido y lo primero que hago es poner la cafetera en marcha (como me indico la hospitalera), me preparo un cola cao y como unas galletas. Listo para andar.

Los primeros kilómetros transcurren por casco urbano ya que Ayegui es prácticamente Estella, cruzo una carretera y sobre una pista de tierra llego sin darme cuenta a la fuente del vino en el Monasterio de Irache. Un vasito de vino a estas horas, bueno por qué no, la tradición es la tradición. Ya saciados continuo con mi camino, todo el trazado va siendo mita tierra, mitad carretera, muy cómodo (mi pierna lo agradece) hasta llegar a Azqueta.

Me gusta el paseo y la pierna de momento no me está dando mucha guerra. A lo lejos puedo ver la fuente medieval con una construcción muy curiosa, eso quiere decir que ya estoy cerca de Villamayor de Monjardin. La hospitalera del albergue nos dice que hasta llegar a Los Arcos no hay ninguna fuente y que son 13 km. sin agua. Nos invita a un café con leche, muy agradecidos a esta mujer.

Continuo camino y tras unos cuantos km, como 6 más me encuentro con una autocarabana que un hombre nos hace señas para que paremos.

No le hacemos el feo y paramos, nos invita a café y galletas, le preguntamos qué cuanto le tenemos que dar y dice que nada, es el es el albergue ambulante y que esta hay para ayudarnos y curarnos. Muchas gracias amigo ingles.

Seguimos camino y me separo marcho yo solo, en lo que dos franceses entablan conversación conmigo. Francisco y Cuñado (Jean Paul), gente estupenda, tan solo los perdería de vista tres etapas, el resto de camino serian como luz en mi camino (Os tengo en el corazón, saludos a vosotros y familia). Llegada a Los Arcos, nos dirigimos al albergue donde nos sellan, nos duchamos y corriendo a comer (lo de correr es un decir).

Ya saciados y tras un paseo por el pueblo, nos dirigimos al albergue donde junto con dos chicas podemos jugar al mus. Ya más tarde nos dirigimos al pueblo para comprar algo para cenar y bueno ya el resto solo es tortura y mala fortuna. La pierna la tengo demasiado inflamada, llamo al médico y me dice que tengo que ir a Pamplona, y yo pienso si Logroño esta aquí, así que pasó de los médicos y decido que mañana en Logroño habrá médicos. Me voy a dormir que mañana será un día duro.




Etapa 6: Los Arcos-Logroño (28 km)

Tras levantarme esta mañana puedo observar como la pierna izquierda cada vez la tengo más inflamada, me mira un peregrino que acaba de terminar la carrera de medicina y me dice que lo mejor y más sensato es que valla al hospital, que por los síntomas puede ser de una flebitis o una picadura de algún insecto, pero que lo mejor es ver al médico.

Ya con el miedo en el cuerpo decido ir al médico, aparte que el dolor es inaguantable. El camino de hoy lo hago como puedo. Dolor, dolor y más dolor, momentos en que pienso que el médico me dirá que deje el camino y que marque para casa, es imposible no llorar, llamo a mi mujer y le cuento lo que me sucede entre lagrimas.

Al llegar a Logroño, lo primero que hago es coger un taxi y marchar al Hospital Los Manzanos a las afueras de Logroño, ya en urgencias me atiende el médico, el cual lo primero que me dice es que me tranquilice, me observa y ya me relaja, me dice que no pasa nada que tengo una picadura de araña y que soy alérgico, tras tres inyecciones y unas cuantas recetas me dice que aun puedo seguir el camino, pero que antes de salir a caminar y al terminar me ponga hielo en la pierna y que no deje la medicación.

Al cabo de un rato, los dolores de la pierna casi desaparecen, no se será por la medicación o por la sugestión mía. Ya entro en el alberque, ducha, colada, y como no comida.

Salida a la ciudad, buscamos un restaurante y entramos en el peor de todos, pero las risas que pasamos quedan ahí.

Ya de vuelta en el albergue ponemos los pies en remojo, tiene una fuente estupenda para los pies, lo que me viene de maravilla.

Reencuentro con los amigos, hoy desde la llegada a Logroño, me encuentro de otra manera, no sé si será por la pierna, pero en fin la felicidad me embarga.
La visita a Logroño se hace muy amena, hay algo que tengo que de mencionar y que me impacto mucho, fue la cantidad de gente que se encuentra víctimas de la heroína.

Cae una gran tormenta, que nos hace refugiarnos en una tienda de calzados deportivos enfocados al camino. Se hace la compra para la cena.

Hoy un día especial la cena se hace con unos buenos amigos y como no con buen vino de la Rioja (hoy dormiremos bien), luego un amigo se disfraza de torero y gran juerga en el albergue, hasta el momento en que nos mandan a todos a la cama.

Se recoge la cocina en silencia y tras el lavado de dientes todos a la cama, que mañana será otro día y yo me encuentro con ganas de andar, ahora más que nunca. Moraleja:

"Es fácil olvidarse de tantas personas las cuales te han hecho reír pero jamás te olvidarás de una sola que te haya hecho llorar"

Es por lo que al Camino de Santiago jamás podre olvidar y como si se tratara de un imán te atrae cada vez más.


Etapa 7: Logroño-Nájera (29 km)

A las 6:00 horas en pie como de costumbre, pero a diferencia de otros días, hoy está casi todos los peregrinos en pie, jaleo por todos los lados, unos suben escaleras otros bajan. Un caos. Ya consigo salir y tras tomar un batido y algo de fruta me pongo en marcha.

La salida de Logroño se hace algo pesada, hay una calle que se hace interminable, luego un parque y ya por fin salidos de la civilización. El paseo se hace muy ameno hasta Navarrete a pesar de sus 13 km. Paro como no a desayunar de verdad y ponerme un poco de hielo en la pierna (hoy las molestias son más suaves). Tras el Cola Cao y la napolitana de chocolate, prosigo con mi camino.

La salida de Navarrete se hace por el cementerio, muy curiosa su fachada, vale la pera parar para verla, ya después paseos por viñedos, una etapa muy amena. Hoy las risas nos acompañan. Me cruzo con cuatro peregrinos de Extremadura, hablamos un poco con ellos y los perdemos, ellos van a otro ritmo mucho más rápido (nos comentas que tienen miedo a quedarse sin cama).

Desaparecen los viñedos y pasamos a monte bajo.

Tras coronar el Alto de San Antón podemos observar la panorámica del valle de Nájera y como su localidad. Seguimos rodeados de viñas y tras cruzar la nacional y próximos a Nájera, me encuentro en la pared de una antigua fábrica de harinas un poema que en el pueblo de dicen que la compuso un cura llamado Don Eugenio Garibay B. pero otros dicen que es anónimo. Nos dejamos embriagar por las palabras a la vez de que nos sirve de reposo.

"Polvo, barro, sol y lluvia
Es el camino de Santiago
Millares de peregrinos
Y más de un millar de años.
Peregrino ¿quién te llama?
¿Qué fuerza oculta te atrae?
Ni el camino de las estrellas
Ni las grandes catedrales.
No es la bravura navarra
Ni el vino de los Riojanos
Ni los mariscos gallegos
Ni los campos castellanos.
Peregrino ¿quién te llama?
¿Qué fuerza oculta te atrae?
Ni las gentes del camino
Ni las costumbres rurales.
Ni es la historia y la cultura
Ni el gallo de la Calzada
Ni el Palacio de Gaudí
Ni el castillo de Ponferrada.
Todo lo veo al pasar
Y es un gozo verlo todo
Más la voz que a mí me llama
Lo siento mucho más hondo.
La fuerza que a mi empuja
La fuerza que a mí me atrae
No sé explicarla ni yo
Solo el de arriba lo sabe"

Un buen rodeo hasta entrar en Nájera, ya en recorrido es todo urbano hasta que consigo llegar al albergue. Sello, ducha y como no a comer, hoy nos juntamos unos diez para comer, así que entre risas e intercambio de opiniones sobre el día de hoy transcurre la comida. Marchamos un rato al albergue, donde más tarde decidimos dar un paseo por Nájera, el rio Najerilla es digno de ver, su rivera muy acondicionada para que el peregrino duerma al sol (cuando no llueve), pero no me puedo quejar es una localidad bastante acogedora.

Como era de esperar la tormenta no tarda en llegar y así duraría toda la noche. Tras la misa y cenar algo de fruta, dejo la mochila preparada y marcho a dormir que mañana será otro día.


Etapa 8: Nájera-Santo Domingo de la Calzada (21 km)

Son las 6 de la mañana del día 8 de mayo, segun me levanto lo primero que me viene a la cabeza es que llevo rrecorrido 1/4 parte del camino y con mucha alegría me como algo de fruta, me coloco la mochila y pasos a paso se hace el camino, salimos de Nájera y subida del Monte del Castillo y Malpica.

Tras caminar por campos llegamos a una carretera que rapidamente me deja en Azofra, buen sitio para parar y desayunar de verdad. Al acabar el desayuno y ponerme algo de hielo en la pierna reanudo la marcha.

Ahora todo son campos de labor y tras subir un monte aparece Cirueña y un campo de golf el cual lo tenemos que vordear. La salida de Cirueña se hace por carretera pero enlazamos con una pista de tierra que mirando el horizonte parece interminable, pero se hace agradable al ser un suave descenso hasta llegar a Sto. Domingo de la Calzada.

Hoy ya tocan despedidas, dos de mis compañeros les llaman del trabajo por lo que tienen que andar más para acabar antes. Tambien los otros dos chicos que eran compañeros de empresa, uno de ellos decide abandonar (tiene una tendinitis en el talón) y el otro se queda con el para despedirle y luego seguir el camino solo. Pero no se si continuo o lo dejo (esteis donde esteis un saludo a los dos).

Abrazos y deseos de buena suerte en el camino. Ya solo entro en el albergue, que a pesar de estar algo viejo, es bastante acojedor, las camas son individuales, nada de literas. Lo unico malo por decir algo son las duchas que son muy estrechas (nada que ver con el albergue que ha hecho nuevo pegado a este).

La comida la hago con compañeros en un restaurante y ahora tocas visitar el puebo, bastante acojedora la gente de esta localidad, preguntas algo y se molestan tremendamente por darte una explicación. Muy contento con todo lo que me encuentro, tras la misa unos chicos con tambor llaman a los peregrinos para ir a dormir (estan en fiestas del Santo Patron). Ya solo me queda ir a dormir tras preparar las cosas para mañana.


Etapa 9: Sto. Domingo de la Calzada-Belorado (22.9 km)


Son las 6 de la mañana, me levanto y tras el breve desayuno inicio marcha yo solo, hoy me apetece andar solo, reflexionar sobre todo lo acontecido hasta el momento.

El inicio de la etapa se puede decir que es prácticamente por asfalto, tras cruzar su puente, busco alguna flecha que me indique que camino e de tomar y bueno no la veo pero veo a lo lejos a otro peregrino, así que lo único que se me ocurre es ir tras sus pasos.

Me encuentro con la Cruz de los Valientes, tras andar un poco ya se puede ver a lo lejos, en una colina Grañón (MI CURSO DE HOSPITALERO).

Tras salir de Grañón y andados como medio km, me encuentro que abandono la Rioja, para entras en Castilla-León, más concretamente por la provincia de Burgos. Encontrándome al poco rato con su primer pueblo llamado Redecilla del Camino. Una fuente de agua, fenómeno un trago y me preparo el equipo de agua ya que la tormenta es inevitable. Me encuentro con un alemán y nos ayudamos mutuamente a colocarnos la capa, me pregunta que porque llueve en España, le digo que a nosotros nos gusta también beber.

Ahora tras salir de esta localidad sigo una pista paralela a la N-120 (Gran compañera), y en un tras me encuentro en Castildelgado.

Ya el resto de la etapa prácticamente se hace junto a la N-120, ya se puede ver a lo lejos Belorado, la sonrisa me sale del interior. Decido quedarme el albergue Parroquial, pero no estar abierto hasta las dos, pero nos pide la señora Hospitalera Suiza que dejemos las mochilas en el interior del albergue, dicho y hecho, pletóricos por el comportamiento de esta señora, decidimos unos compañeros y yo ir a tomar algo, ya que el día no está para muchos paseos.

En marcha dirección al albergue, sello, ducha y como no ir a comer. Mientras que espero fuera a que mis compañeros terminen y mientras hablo por teléfono con mi mujer, una víbora que se me acerca, suerte que tenía el bordón a mano, lo saque para quitarle el barro del camino y la pobre murió a mis pies.

El resto del día se pasa con normalidad, misa, cena y a la cama que mañana será otro día y por lo que se quiere hacer, puede que se presente algo duro. Pero en fin todo se verá mañana con más claridad.


Etapa 10: Belorado-Atapuerca (30,2 km)

Toque de diana, son las 06 de la mañana, tras preparar todo y desayunar me pongo en marcha con unos amigos.

Por desgracia para todos hoy llueve con ganas, me llaman por teléfono unos amigos y me dicen que los caminos están de embarrados y que se hace muy dura la marcha. Así que tras salir del pueblo atravesamos un puente por una pasarela y llegamos a una gasolinera, paro un poco ya que la pierna izquierda me duele muchísimo, digo a mis compañeros que continúen que ya les veré en Atapuerca. Me pongo un poco de crema calmante en la pierna y decido continuar tras poner todos los refractantes que llevo en el poncho, parezco un árbol de navidad. Emprendo la marcha, pero tengo que andar con mucho cuidado ya que decido ir por la N-120 y olvidarme del camino. Mucho tráfico pero voy tirando como puedo, llego a Tosantos, y pienso ya me queda menos, un vecino me dice que me lleva hasta Villafranca Montes de Oca y tras meditarlo un minuto acepto su invitación, en un momento me encuentro en esta localidad, muy agradecido le invito a un café y me veo obligado a tomarme luego una copa con él, me despido dándole mil veces las gracias y continuo la marcha. Me encuentro de repente en el desvío que me manda a San Juan de Ortega y veo un camino que continua por la orilla de la N-120 sin nada de barro, miro la guía y es un camino optativo para llegar a Burgos, así que sin pensármelo dos veces continuo por mi estimada N-120 y al llegar a Zalduendo, me encuentro con un bar al que opto por entrar y preguntar por Atapuerca ya que veo muchos carteles anunciando el Valle de Atapuerca. Me informa el propietario del bar que si voy hasta San Juan de Ortega tendría como unos 9 km y si voy campo a través en línea recta 1,5 km aproximadamente, a lo que sin querer dejo caer la mochila y le pido un café bien caliente, me quito el poncho y lo dejo colgando para que escurra bien el agua y se seque.

Ya terminado mi café y un bocata de cecina de León (manjar de dioses) me despido muy agradecido y tras cruzar la N-120 emprendo mi camino campo a través, ya cuando puedo ver una pequeña aldea un hombre en un todo terreno me pregunta si estoy perdido a lo que le contesto que no, que voy para Atapuerca, me dice que me lleva, le doy las gracias pero le digo que no, que para lo que queda ya lo hago andando, el agua me llega al tobillo, menos mal que las botas no dejan que cale mis pies.

El albergue esta de maravilla y la chica que lo lleva es muy simpática y nos deja entrar antes de tiempo, tengo mucha ropa sucia, ya que con tanta lluvia no puedo lavar ya que no seca así que todo a la lavadora y secadora, mientras me ducho y me afeito. Me siento feliz pero pienso que donde estarán mis amigos. Ya que reserve la habitación para nosotros cinco. Con enchufe en cada cama. Todo un lujo. Salgo fuero y tras esperar y esperar les veo llegar, abrazos de bienvenida y se alegran de verme, temían por mí, les cuento toda la batalla y tras instalarse ellos nos disponemos a ir a comer, nos ponen una fabada de primero que me sienta como nunca, luego merluza a la Rioja o algo así, fruta café y paseo por el museo de Atapuerca. Le pido por favor a la hospitalera que deje la calefacción esta noche, que hace frio, me dice que no me preocupe, tras cenar algo de fruta y embutido, decidimos ir a dormir ya que el día ha sido bastante duro. Mañana nos espera Burgos.


Etapa 11: Atapuerca-Burgos (21,4 km)

Ya listos para emprender la marcha, nos encontramos todos bastantes animados, quizás por la cercanía de Burgos, pero bueno el caso es que los ánimos andan muy altos. Se desayuna algo ligero, esta todo cerrado, emprendemos la marcha que al principio se sube una sierra que parece ser un antiguo terreno militar por el cable de espino y tras coronar nos encontramos con una cruz, las vistas no son buenas por culpa de la niebla.

Ahora el descenso es bastante cómodo y ameno, de lejos podemos ver unos corzos y enseguida llegamos a Villalval, podemos ver una iglesia en ruinas.

Siguiendo la misma carretera, que no veremos un coche circular en ella en toda la mañana, llegamos a Orbaneja Río Pico, no hay nada para desayunar a sí que continuamos hasta Villafría con el mismo resultado.

Ahora viene el dilema, flechas para varios sitios, así que sin saber a dónde nos lleva optamos por una que nos desvian por unas obras en el aeropuerto, pero bueno llegamos a un polígono industrial muy grande, yo diría interminable, pero bueno es temprano, son las 10,20 de la mañana por lo que optamos por desayunar de verdad en una cafetería.

Ahora con las fuerzas a tope, nos paseamos por lo que creo que ya es Burgos, se acaba el silencio y la tranquilidad del camino, muchos coches y mucho ruido.

Estamos en tierras del Cid Campeador, la primera vez que estoy en Burgos y me siento muy orgulloso de poder pisar las mismas tierras que el Cid piso.

Ahora buscamos el albergue que parece que nos cuesta, pero el tema es que hasta llegar al centro cuesta un poco, así que con paciencia, el plano en la mano y buscando señales, lograremos encontrarlo.

Ya aparece el albergue, así que solo queda esperar a que abran para poder asearnos y disfrutar de esta preciosa ciudad.

Tras terminar con la ducha y la colada, ya estoy listo para poder enfrentarme a Burgos, estamos a 100 metros de la catedral, al verla me quedo con la boca abierta, pero antes de entrar decido tomar un tren turístico que me mostrara todo Burgos

El cid entra en Burgos:

Mio Çid Roy Díaz, — por Burgos entróve,

en sue compaña — sessaenta pendones;

exien lo veer — mugieres e varones,

burgeses e burgesas, — por las finiestras sone,

plorando de los ojos, — tanto avien el dolore

De las sus bocas — todos dizían una razóne:

«Dios, qué buen vasallo, — si oviesse bien señore!»
Citas del Cantar del mio Cid

"Cuando me siento en mi silla se va ensanchando Castilla al paso de mi caballo"

"Nunca tendré compasión por los que no supieron morir a tiempo".
Citas del Cid

Tanto que decir de Burgos y su catedral que me faltan palabras aunque una si puedo expresar: Ven y disfrútala.

Comemos en el Morito y visitas de un lado a otro sin parar, pero bueno ya llega la hora de cenar, hoy bocadillo de lomo con queso y una buena coca cola. Ya listo para dormir que mañana será otro día.


Etapa 12: Burgos-Hornillos del Camino (20 km)

"SI AMANECE NOS VAMOS" (Va por ti hermana, ves como sales sin querer, para que luego digas), me viene este pensamiento nada más levantarme, curioso, es un programa noctambulo de la radio, en el que intervienen mucho los oyentes.

Pues tras tomar algo de fruta y batido me pongo en marcha junto a mis compañeros de fatigas, un madrileño (viudo), un canario y un mañico. Aun no ha salido el sol, la tranquilidad en Burgos es total, vemos algún coche en movimiento pero ahora somos los peregrinos los que somos mayoría. A la altura del albergue del Parral, se junta con nosotros una chica alemana, lleva los muslos vendados y parece que cojea un poco, una más en el grupo.

El barro complica un poco la salida de Burgos, pero tras pasar unos campos de labor el firme este bastante bien, mojado pero no hay barro. En Tardajos nuestra amiga alemana se queda a descansar, nosotros tras beber un poco de agua y compartir chocolate seguimos camino.

El camino es ameno pero ahora se está haciendo algo más duro, subidas continuas, en un momento dado paro y les digo al grupo que sigan que yo tengo que descansar, optan por hacer lo mismo que yo, uffff, este descanso me ha resultado bastante gratificante, el madrileño lleva un ritmo muy fuerte y sus pensamientos no le dejan en paz ni un momento, se le ve en la cara un gesto roto, de pena (ya sabemos todos el porqué, por lo que mejor no le decimos nada).

Ya se divisa a lo lejos Hornillos del Camino, mi meta para el día de hoy. Ya mis pies me llevan con toda felicidad, el gesto de mi cara cambia por completo.

Llegada a Hornillos y el momento que no queríamos que llegara la despedida, mis compañeros de fatigas continúan ruta hasta Hontanas, me piden que les acompañe, les digo que me es imposible, abrazos y alguna lagrima.

Dejo la mochila en la puerta del albergue, hasta las 2 no abren y son las 10,30 de la mañana, sorpresa, me encuentro con mis amigos Franceses que llegan casi a la par que yo, se quedan aquí, así que abrimos una botella de vino y mientras bebemos miramos pasar a los peregrinos, que nos miran con cara de asombro, pero todos nos saludan y nos desean un buen camino.

Ya abre el albergue, ducha, colada y bueno a comer, justo enfrente del albergue hay un bar que dan comidas, así que comparto mesa con otros peregrinos.



El día de hoy en general no es muy agradable para mí, hay un momento en que casi digo basta, me marcho a casa, pero el hablar con mi mujer me da ánimos, mi pensamiento es querer acabar algo en la vida y lo lograré, cueste lo que cueste. La despedida de los amigos, la pierna, en fin, todo se junta pero lo conseguiré.


Me encuentro en el albergue con la alemana, un belga y unos cuantos más, así que gracias "SANTI" ya sabes cómo darme fuerzas para continuar mi camino.

En el albergue me encuentro esta poesía que muestro:

No camines
delante mio
puedo no seguirte.

No camines
detrás mio
puedo no guiarte.

Camina a mi lado
y simplemente sé
mi "amigo"

Bueno ya va siendo hora de ir a dormir, esta todo el mundo durmiendo a pesar de no haber anochecido aun, así que opto por hacer lo mismo. Dormir y dormir.


Etapa 13: Hornillos del Camino-Castrojeriz (20,3 km)


Me despierto antes de que me suene la alarma del móvil, se nota que anoche me acosté temprano, aun había luz. Salgo de la habitación en silencio, la gente aun duerme. Me como unas peras y un batido y tras calentar un poco me pongo en marcha.

Tras salir del pueblo todo a oscuras, con mi linterna, la marcha es bastante amena y tranquila, no encuentro a ningún peregrino, ando solo, llego a Arroyo de San Bol, un albergue en medio de la nada, curioso, ahora toca subir una cuesta, que nada mas coronarla aparece todo completamente llano, o eso me parece, de repente una fuerte bajada pero rápida que me hace llegar a Hontanas.

Al llegar al albergue de este pueblo me encuentro con el canario, que hoy ha decidido ir en taxi hasta Boadilla del Camino, lugar donde ha quedado con la demás gente, tiene el talón de un pie destrozado, con una ampolla más que considerable, para mí que puede estar infectada, me dice que le acompañe, pero le digo que no, que ya tan solo me quedan unos 10 km para acabar la etapa y que me encuentro de maravilla que el día anterior descanse mucho y bien. Tras un abrazo nos despedimos deseándonos buen camino (pero no creo que terminara el camino, ese pie no puede llevarle muy lejos), pero en fin la Fe mueve montañas.

Ahora todo el camino trascurre en caminos pegados a la carretera en un ligero descenso. Ahora empiezo a ver algún que otro peregrino que salen de Hontanas. Nos saludamos como tiene que ser y compartimos algunas risas y comentarios sobre el camino. La etapa de hoy se me está haciendo bastante rápida, espero que todo siga de esta manera.

Llego a las ruinas del Monasterio de San Antón, me quedo con la boca abierta, es increíble ver esto, en su día tuvo que ser un gran monasterio, lástima que este de esta manera, la carretera pasa por medio del monasterio, increíble. Tras hacer unas fotos, continuo ruta, ya me queda un paseo ya puedo ver Castrojeriz.

Saco unas cuantas fotos ya que este pueblo tiene su cosa y llego al albergue, solitario, no hay nadie, exceptuando una mujer que sale y me indica que a la 13 horas abrirán. Así que dejo la mochila en la puerta del albergue y me marcho a dar un paseo por el pueblo y aprovecho para tomar un buen café con leche. Ya más tarde me acerco al albergue y ya me encuentro a gente, soy el único español, pero bueno eso va siendo ya el pan nuestro de cada día.

Tras la ducha marcho a comer, me encuentro con mis amigos franceses, nos saludamos y abrazamos, reservamos mesa para cenar, la visita al pueblo la hago con estas personas y bueno lo que pasa nos contamos nuestras vidas poco a poco (nos queda aun muchos días en el camino para conocernos mas).

Se nos presenta por la tarde una tormenta tremenda, la cantidad de agua que ha podido caer en un momento, pero de repente aparece el arco iris y todo cambia.

Un brasileño me invita a un vino y hay nos sentamos unos pocos de peregrinos de tertulia, pasamos un rato bastante bien, luego aparece un tipo con unas pintas algo extrañas, la hospitalera le invita a dejar el albergue bajo amenaza de llamar a la Guardia Civil.

La verdad que la gente estaba bastante intranquila con esta persona, pero bueno yo no soy quien para juzgar a nadie.


Tras la cena, llego al albergue donde ya preparo la mochila para mañana y me acomodo para acostarme, ya son las 22 horas pero aun hay peregrinos que están llegando de cenar, más de uno llega calentito. Pero bueno un día es un día. Pero mañana hay que andar, espero que mis piernas se encuentren tan bien como hoy.






Etapa 14: Castrojeriz- Frómista (24,7 km)

Son las 5:55 horas de la mañana, esta noche dormir a sido difícil, demasiados paseos al wc por parte de unos cuantos peregrinos, pero esto es como es, no hay que darle más vueltas.


Hoy nos han dejado las hospitaleras el desayuno preparado, así que un buen cola cao y unas galletas.

Salgo del albergue sin hacer ruido, tras salir del pueblo me encuentro con una subida algo seria, pero en fin aun no ha amanecido, así que se aplica aquello de ojos que no ven corazón que no sientes, llegando al alto de Mostelares.

Entrando a partir de a hora a Tierra de Campos con todas sus llanuras, llego a la hernita de San Nicolás, antiguo hospital, en la actualidad albergue, me ven llegar y me llaman, les saludo y el hospitalero me invita a tomar un café, viene bien después de hacer 10 km.


Ahora toca cruzar el Pisuerga por el Puente Fitero, que separan las provincias de Burgos y Palencia.

De Itero de la Vega hasta Boadilla del Camino entramos en pistas de tierra, menos mal que con el agua no hay polvo, un paseo largo pero entretenido, ya veo más de un peregrino.

Llegando a Boadilla del Camino me encuentro con Alvarito, me pide un autógrafo, nos damos un abrazo y me desea un buen camino. Continúo mi camino y al salir del pueblo entramos en el Canal de Castilla que ya será compañera hasta casi entrar en Frómista.

Aquí me encuentro con un amigo Belga, con el cual compartimos lo que nos queda de etapa.

Lo primero es lo primero, dejamos las mochilas en la puerta del albergue y nos vamos a tomar unas cervezas en el hotel que está pegado al albergue.

Salimos del bar y nos encontramos con nuestras mochilas solas, nada las cogemos, nos dan cama y después de la ducha y colada. Visita obligada a la Iglesia de San Martin. Pero el gran problema de este pueblo es la cantidad de turismo que hay, te agobia un poco. Me encuentro con mis amigos franceses, y tomamos unos refrescos y terminamos de visitar el pueblo juntos, buscamos la salida del pueblo, que te obligan a desviarte por las obras de la autovía, tras ver la salida ya con tranquilidad vamos al restaurante a cenar y como todas las noches preparativos de mochila y quedada con mis amigos franceses para salir juntos mañana. Así que la salida de Frómista me tocara a mí hacer de guía.


Etapa 15: Frómista-Carrión de los Condes (19,3 km)


Las 6 Diana, ya equipado y listo para empezar la ruta. En la puerta del albergue me esperan mis amigos Franceses (Francisco y Juan Pablo), con la linterna en la mano, empiezo la ruta. Lo primero que nos toca es atravesar las obras de la autovía, aun no hay obreros por lo que no hay problemas y enlazamos enseguida con el camino. Se nos unen unos cuantos peregrinos mas dándome las gracias por sacarles de Frómista.

Ahora ya es fácil todo línea recta hasta Carrión de los Condes. Con buen ritmo y sin parar ni un momento de hablar vamos atravesando pueblos y más pueblos (Población de Campos, Revenga de Campos, Villarmentero de Campos, Villarcázar de Sirga).


Al llegar a Villarcázar de Sirga, nos encontramos con el bar, pero está cerrado, así que justo enfrente al bar hay un parque donde nos disponemos a descansar, el dueño nos escucha y se asoma al balcón, nos dice que enseguida abre, que no nos marchemos, fenómeno desayuno cola cao con unas magdalenas.

Ya tan solo nos quedan unos pocos km para terminar, así que nos lo tomamos con mucha tranquilidad, llegamos a Carrión de los Condes, como no unas cuantas fotos y a buscar el albergue.


Llegamos al Albergue de Peregrinos Parroquia de Santa María, lo atiende las Hermanas Agustinas y hospitaleras voluntarias, dejamos las mochilas en la puerta y paseo por Carrión.

La entrada al albergue es fenomenal, nos atienden las Hermanas muy bien y el albergue está muy bien. Tras instalarme y ducharme me toca comer con un matrimonio italiano que me invitan un plato típico de su tierra, la comida es estupenda, una vez terminado y tomado unos vinos decido dar un paseo por el pueblo y sacar algo de dinero. Visito la iglesia de Santiago que la destruyeron para que Napoleón no pudiera defenderse desde esta iglesia.


Al llegar la tarde noche, las hermanas nos dan la bendición y nos desean un buen camino, pero todo en este albergue es muy especial. La estrella que me dieron me acompañaría todo el camino, guiándome en los momentos más duros.

Ya anochece y hay que dormir.






Etapa 16: Carrión de los Condes-Calzadilla de la Cueza (17,2 km)


Hasta las 7 no abren el albergue para salir, así que hoy diana a las 6,30. Desayuno, batido de cola cao y un bollo. Ya preparado para la caminata de hoy, que más bien será un paseo.


Se sale de Carrión de los Condes, pasando por el Monasterio de Zolio, convertido hoy en el Hotel Real Monasterio San Zoilo (Una pasada de monasterio y debe estar muy bien dormir en este hotel) y más adelante a la derecha se pueden ver las ruinas de Benevívere, todo este camino transcurre sobre carretera, pero no vi ni un coche, dejando esta para seguir sobre una calzada romana muy empedrada, teóricamente hasta Calzadilla no hay nada de nada, tan solo campos de cereal. A eso de unos 9 km me encuentro con una especie de bar al aire libre, su propietario un catalán muy majo, paramos y como no me tomo un buen café con leche.


Entrando ya en Calzadilla de la Cueza me llaman mis amigos franceses, me dicen que un amigo suyo esta malo, lo veo y lo que tiene es que está totalmente agotado, le doy una bebida energética y a los cinco minutos ya se le ve con mejor cara, le recomiendo que se quede en este pueblo y que mañana será otro día. Cosa que hace.

El albergue abre sus puertas enseguida, así que la ducha viene muy bien, a pesar de ser muy estrechas. Luego la colada y me voy al bar a comprar un bocata, no tengo mucha hambre y en el pueblo este no hay tiendas (Esta el albergue, Restaurante-Hostal y Taxi, todos del mismo propietario). Tras comerme el bocata me quedo de cháchara en la piscina del albergue con mis amigos belgas y alemanes.

Visita por el pueblo con mis amigotes franceses, miramos las cuevas donde hacían vino, impresionante y bueno poco más, el campanario esta en cementerio, curioso.

Miramos por donde continúa el camino y ya estamos listos para ir a cenar. La cena estupenda y ahora un paseo para bajar la cena y listos para ir a dormir. Antes se prepara la mochila para salir mañana temprano y no molestar a nadie.



Etapa 17: Calzadilla de la Cueza-Sahagún (22,3 km)



Desayuno rápido y puesta en marcha, hoy toca andar en grupo, salimos del pueblo y con ayuda de las linternas buscamos el cruce que nos manda a la N-120 y por un andadero seguimos hasta Lédigos tras cruzar el rio Cueza.

Nos encontramos con el bar cerrado, pero enseguida nos abren y nos ponen unos cola caos, ya con las fuerzas restablecidas continuamos nuestro camino.

La llegada a Terradillos de los Templarios se hace muy rápida.


Seguimos por los andaderos junto a la N-120 llegando a Moratinos, llevamos buen ritmo y la verdad que sin dificultad de ningún tipo.

Como no iba a ser de otra manera, el camino sigue por andaderos hasta llegar al último pueblo de la provincia de Palencia, San Nicolás del Real Camino.

Tras cruzar el río Valderaduey, llegamos enseguida a la ermita de La Virgen del Puente, donde paro a saludar a peregrinos que no veía desde que paramos en Burgos.


Tras los abrazos y saludos continuamos hacia Sahagún, que ya sus casas se pueden ver al fondo, cosa que nos alegra, sabiendo que la etapa está a punto de terminar. Tras entrar en Sahagún, lo primero es localizar el albergue, llegamos sin problemas, se trata de una antigua iglesia que ahora es el auditorio de la localidad y la parte de arriba es albergue. Nos separan del auditorio unas cortinas rojas, y que si nos asomamos por la noche podemos ver las obras de teatro que hay en ese momento. Lo peor de todo es que no hay hospitaleros, viene por la tarde una chica del ayuntamiento que nos sellara las credenciales.

Me encuentro un cuadro con la siguiente poesía escrita por Carmen Zamora Doncel:

Caminando hacia Santiago
marcando la huella vas
y en la cuna del mudéjar
tú paras a descansar.

Cuando visitas Sahagún
sus torres de gran belleza,
nos dejas con gran nostalgia
camino de Compostela.

En esta Villa sahagunina,
peregrina, hospitalera,
descansaban los romeros
que a Compostela llegaban.


El día trascurre de visita en visita, hay mucho que ver, así que no se pierde tiempo, tras almorzar en la plaza que hay junto al albergue, compartiendo comida con los compañeros. Creo que poco se nos escapa de la visita, pero la fatiga también se nota, así que cenamos en una pizzería, luego un paseo para bajar la comida, recojo la ropa que tengo tendida y a intentar dormir, ya que hay obra teatral y la tenemos que escuchar, no hay más remedio. Pero el cansancio me puede y caigo rendido.




Etapa 18: Sahagún-El Burgo Ranero (18 km)


 Ya en pie y listos para empezar esta breve y descansada etapa.

Desayuno, calentamiento y en marcha, salgo por el Puente de Canto, sobre el río Cea. Al rato de estar andando cruzo túnel bajo la N-120.

Al llegar a Calzada de Coto nos encontramos con el panadero, por lo que le pedimos que nos venda pan y por supuesto el hombre acepta.

Bien ahora toca pan con chocolate, muy rico. Pasa la Guardia Civil junto a nosotros, a lo que me dirijo a ellos para charlar un rato. Me dicen que si quiero me llevan la mochila hasta El Burgo Ranero, le doy las gracias pero rechazo la invitación.


Se continúa con la ruta que va siendo muy parecida, todo un andadero con zonas de recreo, lo bueno es que solamente es para peregrinos.

A la entrada de Bercianos del Real Camino me encuentro con la ermita de la Virgen de Perales y de ahí entramos a su pueblo y en seguida salimos para encontrar la calzada arbolada.

En un tras nos encontramos en la entrada de El Burgo Ranero, nos dirigimos al albergue Doménico Laffi, al que llamare personalmente la casa de barro por su estructura.

Está lloviendo, el hospitalero nos dice que en cinco minutos nos abre, el tiempo justo para terminar el de recoger. Entramos, sello, ducha. El día transcurre con normalidad, hemos encendido la chimenea y da gusto estar al pie del fuego. Esta noche una chica alemana hace la cena para nosotros ya que es su despedida, no puede seguir ya que le quedan solo 4 días, así que irá a Santiago de Compostela directamente y de ahí a su tierral.


El paseo por el pueblo es ameno, luego entro en un bar donde están dando las carreras de motos, las miro un rato mientras me tomo un licor de hierbas.

Llega el momento de la cena, abrimos unas botellas de vino y cenamos comentando anécdotas que han pasado durante estos días. La velada pasa rápido, se recoge la mesa y limpia un poco. Luego llega el momento de la despedida, abrazos, besos y alguna lagrima.

Marcho al bar a tomar un cola calo caliente, ya que el cuerpo me lo está pidiendo. Me encuentro con peregrinos y charlamos un rato hasta la hora de tener que ir al albergue. Dodo en muy buena armonía. Me encuentro estas palabras en el albergue:

Bienvenidos Peregrinos!



El Burgo Ranero os acoge
camino de Compostela,
va Santiago con vosotros
por un camino de estrellas.



Llévale romerico
llévale a Santiago
llévale romerico
llévale un abrazo...

Etapa 19: El Burgo Ranero-Mansilla de las Mulas (19 km) 


Salimos temprano del albergue como ya es habitual, parada obligada para comer un poco de chocolate, que hasta Reliegos que es el próximo pueblo hay como unos 13 km. sin poder desayunar de verdad.



El ritmo de hoy es bastante fuerte, pero bueno, se soporta bastante bien. Nos dedicamos a cantar la chanson du pelerin, en una versión muy libre y divertida.


Los kilómetros pasan y poco a poco noto dentro de mí una alegría grande al ver como llego a Mansilla de las Mulas.


Son las 11 de la mañana y empieza a llover, pero estamos a tiro de piedra del albergue, nos dejan que depositemos las mochilas en su interior y nos dicen que a las 12,00 h si puede ser nos abrirán las puertas.


Me dirijo a un bar cercano a tomar un buen cola cao y a la vez hago tiempo para que abran el albergue.


Una vez dentro sello, ducha y lavado de ropa, luego voy a la recepción para pedirles si puedo usar el ordenador para pasar unas fotos a un DVD, a lo que me contesta Laura (la hospitalera) que le deje la tarjeta de memoria que ya me lo hace ella, esto es un gustazo, vale la pena parar en este albergue aunque solo sea para saludar a sus hospitaleros Laura y Wolf.


Visita por el pueblo y sus alrededores y parada en una tasca (pero tasca de verdad) llena de abuelos, al vernos entrar se nos quedan todos mirando, pero al momento siguen todos con sus partidas. Me encuentro con una poesía clavada en la pared con el titulo LA VIDA DEL VINO y que dice así:

Oh vino santificado,
dime donde te has criado,
me he criado en una cepa,
de una rama me han cortado.


Me metieron en un cesto,
en un carro me cargaron,
por una zarcera abajo,
en un lagar me arrojaron.

A puntapiés y a patadas,
allí las tripas me sacaron,
me meten en una cuba,
allí me sacrificaron.


Calla, calla parlanchín que eres juez de comisiones,
por donde quiera que vayas todo son conversaciones.


Calla, calla irritador no me quieras irritar,
el que de ti mucho beba por el suelo ha de rodar,
esto se saca de las cubas en pellejos
para remedios de los viejos.



Bueno ya llega la noche y el cuerpo pide dormir, además hay que coger fuerzas que mañana llegamos a León y hay mucho que visitar.


Etapa 20: Mansilla de las Mulas - León (20 km)


Me levanto junto a mis amigos belgas, con mucho cuidado de no pisar una cabeza, ya que el albergue está a tope y hay mucha gente durmiendo en el suelo.

Ya en la planta de abajo, entro en la cocina donde tomo un batido de yogur de fresa y plátano, seguidamente acondiciono la mochila y salgo al exterior del albergue, el silencio es sublime, solo se escucha risillas medio silenciadas.

Ahora toca cruzar el río Esla por su puente. Seguimos por la izquierda de la N-601 (un andadero), que nos lleva hasta Villamoros de Mansilla.


Se continua por el andadero hasta llegar a Puente de Villarente, donde hay que atravesar el río Porma por su viaducto, cuidado con el tráfico, madre mía como van los conductores.


Buen momento para hacer un alto en el camino y tomarse algo para desayunar. Unas cuantas risas y alguna cara triste, bueno ya se le pasara (los recuerdos son los recuerdos).


Ya con fuerzas y ganas de continuar la marcha, ya el paisaje poco a poco va cambiando se nota ya la cercanía de León.


Las naves industriales asoman por todos los lados y en Arcahueja me encuentro con un pintoresco lavadero, claro que si, bebemos agua de su fuente y continuamos tras unas fotos.


Por un camino de tierra llegamos a Valdelafuente y de nuevo me encuentro con la N-601, al llegar al Alto de Portillo, donde ya podemos ver León en todo su esplendor.

Entramos en León por el Puente Castro, atravesando el río Torio.
Ya en León un agradable paseo por esta linda localidad hasta llegar al albergue de Peregrinos de la RRMM Benedictinas (Carbajalas), donde como siempre nos toca esperar a que nos abran el albergue. Hoy sorpresa hombres a un lado y mujeres a otro, así son las cosas.


Una vez instalado, duchado y haber lavado la ropa me dispongo a visitar León.


En primer lugar su catedral, la catedral de la luz con sus impresionantes vidrieras. Prohibido hacer fotos en su interior, así que apago la maquina. Ahora toca ver la Real Basílica de San Isidoro.

Lástima que este en obras, pero bueno el jefe de obras me permite entrar y poder echar un vistazo.

Un gran paseo por la localidad y a buscar un sitio para cenar, me tendré que conformar con un plato de pasta, encontrar un restaurante con precios normales es bastante difícil, así que me conformo con lo que encuentro.


El albergue se cierra a las 21,30 horas y se abre a las 6,30, con lo que es imposible poder salir antes. Bueno saldremos a esa hora así que esta noche a descansar a pesar de no tener almohada. Silencio absoluto, las luces se apagan y de repente se escucha un ruido muy grande acompañado de un gran grito, las luces se encienden rápidamente, me levanto al igual que todos los peregrinos y nos encontramos con que un peregrino se ha caído de la litera, pero gracias a Dios que no le ha pasado nada. Se apangan las luces, se retoma el silencio y todos a dormir.

Etapa 21: León-S. Martin del Camino (26,1 km)


Tenemos horario de salida, así que en la puerta del albergue nos encontramos unos cuantos peregrinos en espera del banderín de salida, esto parece una carrera a punto de empezar.



La salida transcurre por casco urbano, hoy bastante concurrido, llegada a Trabajo del Camino tras pasar unas vías del tren por un puente elevado, hoy se trata más bien de un barrio de León, continuo camino hasta llegar a Virgen del Camino, donde la parada es obligada para desayunar, comentamos el camino tomado hoy y la verdad que la decisión es unánime, es bastante aburrida y fea, pero bueno tampoco va a ser todo perfecto. Tras acabar con el desayuno decido continuar con un amigo pero llega el caos de salir de este pueblo, decidiendo salir por la misma N-120, una locura de coches y sin un triste andadero donde poder protegernos, pero tras recorrer unos 2 kilómetros aproximadamente aparece ante nosotros un andadero que nos lleva a Valverde de la Virgen, llega la tranquilidad a mi interior por un momento pensé estar perdido, pero bueno, tan solo se trato de una falsa alarma.



Unos pocos kilómetros más adelante nos hacen entrar en San Miguel del Camino y como no con la casa de Agapito donde su mujer insiste en que comamos unas galletas, las que aceptamos gustosamente y continuamos marcha encontrándonos con Agapito trabajando en su huerta, tras un rato de charla retomamos el camino, que tras una hora y media aparece ante nosotros una serie de hoteles y gasolineras y tras estos Villadangos del Camino. Parada para descansar un poco y refrescarnos con unos zumos fresquitos. Ya solo nos quedan unos 4 o 5 km para terminar la etapa de hoy. Así que tranquilamente, pasito a pasito llegamos a San Martín del Camino y la gran sorpresa de encontrar habitación doble en el Albergue Ana, por el módico precio de 20 €, diez cada uno (sabanas limpias y mantas, el gran lujo del camino y sueño de todo peregrino, tan solo nos falto una buena bañera para rematar la faena).



Paseo por el pueblo y compra de fruta, embutido y algo de pan. Mucha tranquilidad no encontramos peregrinos, algo extraño, tan solo dos chicas brasileñas en nuestro albergue y tres amigos en el municipal. Hoy tras comer y ver como llueve decido dormir la siesta, algo extraño ya que es la primera que hago en todo el camino, pero bueno alguna vez tenía que ser.



Tras la siesta y un paseo por el pueblo cenamos en el albergue (una rica cena que nos ofrece la propietaria del albergue) cenamos el albergue al completo, es decir, mi compañero belga y las dos brasileñas. La tertulia en la cena es amena y se prolonga con el café, a las 21,00 horas decidimos retirarnos e ir a dormir, al llegar a la habitación y charlar un rato con mi compi sobre cómo afrontar la etapa de mañana, apago la luz y mis pensamientos me dominan y bueno tan solo me quedo con mis pensamientos y mis sueños.


Etapa 22: S. Martín del Camino-Astorga (22,8 km)


Toque de diana a las 06 de la mañana sin miedo de molestar a los vecinos, jejeje, no hay. Me tomo un batido de chocolate y tras un breve calentamiento inicio mi marcha junto a mi compañero belga.

El recorrido como no por un andadero junto a la N-120 y tras recorrer casi 6,5 km un pequeño desvío nos hace entrar por el famoso puente de Hospital de Órbigo, que es un rato largo.

Pasamos junto al albergue donde nos invitan a un café y como no, amablemente se acepta ese café y unas galletas. Muy agradecidos llegan las despedidas con abrazos.

El momento de las dudas llegan sin saber que trazado tomar para llegar a Astorga mi compañero decide ir por el interior y yo sobre el andadero de la N-120, quedamos en el albergue y nos deseamos suerte y buen camino.

La opción tomada por mi resulta de ser de lo más solitaria, circulando en algún momento por la antigua N-120.





Llegada a la emblemática Cruz de Santo Toribio, lugar donde empiezo a ver a algún peregrino en bicicleta. A lo lejos ya se puede ver Astorga y las agujas de su catedral. Ahora tan solo es un paseo entre choperas y por fin la entrada a la capital de la Maragatería.

El albergue se encuentra cerrado pero su amable hospitalero me ofrece el sótano para guardar la mochila hasta el momento de su apertura.

Pequeña y rápida visita a la plaza del Ayuntamiento ya que lo que me apetece es tomar algo fresco. Luego me traslado al albergue donde ya me instalo, ducho y hago la colada.

Me encuentro con unos amigos que me tientan en comer un cocido maragato, y como la carne es débil me veo en la obligación de aceptar.


Con el estomago lleno a reventar visitamos el palacio Gaudí (el vigilante casi nos echa con toda razón por hacer fotos) y la catedral de Astorga.

La tarde pasa de visita en visita y con el paraguas en la mano (las tormentas no paran), compro algo de fruta para la cena.


Mi amiguete tiene algo de fiebre y habla con el hospitalero para poder quedarse al día siguiente, no le ponen ningún tipo de problemas. Me como en la cocina unas peras increíbles, jugosas y grandiosas, creo que las recordare toda la vida. Llega la hora de ir a dormir y el sueño ya es notable tras un día tan movido. 


Etapa 23: Astorga-Foncebadón (26,3 km)


Es muy temprano, mi compi de fatigas esta con algo de fiebre y me dice que se queda en el albergue. Tras un abrazo nos deseamos buen camino.



Hoy toca andar solo, me coloco bien la mochila y andando. Dulce paseo por Astorga y a la altura de Valdevieja me encuentro con la ermita Ecce Homo, lugar donde paro a tomar un batido de chocolate y una pieza de fruta.



La llegada a Murias de Rechivaldo se me hace bastante rápida y a partir de ahí empiezo el ascenso aunque no es muy fuerte y si bastante llevadero.



El paseo es bastante entretenido, juegos continuos de colores mezclados con la niebla.



Llegada a Sta. Catalina de Somoza y como tiene que ser paro a tomar mi cola cao obligatorio de todas las mañanas junto con una tostada. Charla amena con el camarero y otro peregrino al que se le ve con mucha tranquilidad (es lo que tiene el camino). Tras la charla e intercambio de anécdotas del camino continuo la marcha, no sin antes escuchar la frase ya inolvidable para el resto de mi vida "Buen Camino Peregrino".



Salgo por la calle Real, siguiendo la carretera y a unos 300 m aproximadamente aparece un camino a la derecha que me lleva hasta El Ganso en un ligero descenso, al menos eso me parece.



Me hubiera gustado parar en el Bar Cowboy pero estaba cerrado. Lastima pero bueno tampoco es para llorar, en otra ocasión será.



Continuo camino tras refrescarme con un poco de agua, ahora toca ir por un andadero rodeado de pinos, el ascenso ahora parece más notable, sobre todo en las proximidades de Rabanal del Camino, llegada a Rabanal y parada en la tienda de comestibles (manos arriba), tras el intento de comprar un plátano entre otros alimentos la cajera me indica que el plátano solo son 1,65€, a lo que sin pensarlo lo dejo junto con el resto de la comida en la cinta de la caja, me despido muy amablemente y continuo con mi camino y decido continuar un poco más, me desilusiona un poco estos gestos que tiene la gente por estos lugares.



De camino en camino cruzando la carretera que llega a Foncebadón. Muy interesante a pesar de la tormenta. La verdad que el paseo es digno de ser visto. Llegada a Foncebadón. Parada en el albergue Monte Irago, regentado por una familia de Hippie, al menos eso dicen, a ellos no les pregunte, pero sus ideales no coinciden mucho con los de este movimiento, más bien son interesados del buen euro del peregrino, que si te descuidas te cobran hasta por toser y eso que duermes en el suelo por el módico precio de 8 € y como no el plus al salón, que claro con tantos canales, hay que coger todos los paquetes y puede que salgan algo caros. Salud compañeros y disfrutar de vuestra verdad a medias. Al final termine alojándome en el Albergue Domus Dei que tan solo te piden un donativo y duermes en una cama.

El resto del día pasa bastante divertido sin salir mucho del albergue ya que el tiempo no acompaña mucho. Todos mostrando nuestras piedras para mañana, poniendo en ellas alguna frase o fecha y compartiendo comida y cena.



Ya anochece y hace frio fuera, así que lo mejor será ir a dormir y esperar el nuevo día.



Etapa 24: Foncebadón-Ponferrada (27 km)


Hora de ponerse en pie, unas pocas de galletas y un poco de agua, hay que esperar a llegar al próximo pueblo para poder desayunar.

La salida del albergue es bastante fría, con mucho viento y lloviendo, pero con mucha ilusión que es la de llegar a la Cruz de Ferro, y de lejos se puede ya ver, las sonrisa sobresale más de lo normal, dejo mi piedra junto a la cruz, esta piedra me acompaño desde principios de mi entrenamiento meses atrás en Alcalá.


Fotos y más fotos, solo con los amigos, la cruz sola, de todas las formas, pero el frio y la cordura me dice que será mejor continuar, así que otra vez la mochila en la espalda, muchísima niebla, pero de fondo se escucha unas campanadas, lo que me hace girarme hacia todos los lados, hasta darme cuenta que se trata de la campana que tiene Tomas "el último Templario" en el refugio de Manjarín.


Me aproximo con tranquilidad hasta el momento de encontrarme en Manjarín. Parada obligada para saludar a Tomas y charlar un rato. Pero casi de inmediato mi estomago me da un aviso de que ya va siendo hora de desayunar


Llegada a El Acebo, un gustazo, cola cao calentito y un montadito, el pueblo merece la pena quedarse a dormir pero mis pies me dicen lo contrario, así que continúo. En un tras me encuentro entrando en Riego de Ambrós y cuatro km más adelante Molinaseca un pueblo bárbaro, bonito donde los haya y su gente es estupenda, paramos en un cruceiro a descansar, unos malos peregrinos dejaron el lugar sembrado de papeles y latas, así que las recogemos y tiramos a la basura, a lo que el propietario del restaurante de al lado le asombra y nos invita a unos refrescos y nos indica que sigamos rectos hasta llegar a Ponferrada que no sigamos por el camino que de esta manera ahorraremos 2 km, así que se le hace caso y se le agradece la invitación. Muchas cerezas por el camino hasta Ponferrada y por fin llegada al albergue. El recibimiento es bastante especial. Evaristo nos saca unos vasos con te frio que es de agradecer (Evaristo es el hospitalero encargado del mantenimiento del albergue todo el año), nos reciben dos Hospitaleros Voluntarios de Canadá, por desgracia para los Españoles ya que el albergue estando vacio, a todos nos mandan al sótano, y al resto de peregrinos no españoles les toca las habitaciones de cuatro plazas. Pero como se dice el Peregrino agradece y no exige. Pero tampoco somos tontos así que en mis siguientes caminos ya sé donde no parar a dormir a pesar de haber estado como Hospitalero Voluntario unas pocas de veces más.


Lo primero es lo primero, así que toca comer en el Restaurante Mencia (regentado por Roberto), tras el atracón de comida visita por la localidad, tormentón de agua y según termina sale el sol otra vez.


Se cena algo de fruta, preparo la mochila para el día siguiente y tras apagar las luces cojo mi mochila y marcho a dormir a la cocina, en un sofá. Muy cómodo y sin ruidos.

Etapa 25: Ponferrada-Villafranca del Bierzo (22,7 km)


Duermo en el sofá y de repente abro los ojos y me encuentro a una chica acostada junto a mí, cierro y abro de nuevo los ojos y si es verdad hay una chica junto a mí, se despierta al notar que me muevo me da los buenos días y dos besos y como no también yo respondo a ellos y me presento. Ella me explica que su novio no paraba de roncar por lo que opto igual que yo ir a dormir al sofá, lo encontró ocupado pero no le importo, así que buenos amigos.



Ya son las 06,30 horas, buena hora para empezar a caminar, salgo del albergue camino del castillo de Ponferrada, de ahí a la plaza de la Encina donde una flecha me indica que baje hasta llegar al puente metálico que me hace cruzar el rio Sil, luego a la derecha todo recto hasta llegar a una rotonda, tomo la primera salida hasta llegar a otra rotonda primera salida hasta llegar a otra y de esta tomo la segunda salida que me hace salir de Ponferrada (recomendado no perder de vista las flechas, son tres kilómetros desde el albergue hasta la salida de este pueblo).
Feliz llegada a Columbrianos, tras localizar un bar donde poder desayunar, un buen cola cao y tostadas con aceite de oliva.
Continuo mi marcha hasta llegar a Fuentes Nuevas sin gran esfuerzo y en línea recta.

Se continúa hasta Camponaraya con un recorrido muy parecido al anterior.
El paseo de hoy va siendo bastante dulce y dulce a pesar de ser tan asfaltado, pero la antigüedad de sus construcciones y además de ser hoy día del corpus y ver muchas calles llenas de pétalos de flores, deja un panorama bastante ameno y pintoresco. Me encuentro un cartel con la siguiente frase:



Peregrino: Este es el Camino de
Santiago y ésta la cooperativa
más antigua del Bierzo. Trae tú
pan y llévate nuestro vino, que
"Con Pan y Vino se anda el camino".
Llegada a Cacabelos con mucha tranquilidad, destacando el Palacio de Canedo de Prada a Tope donde a todo peregrino invitan a un vaso de vino y una ración de empanada del Bierzo (al menos a mi). La verdad es que es un lugar precioso y con pensamientos de quedarse unos cuantos días a descansar y disfrutar de sus caldos.


Al salir ya de Cacabelos dirección Villafranca del Bierzo, me encuentro con la parte de la etapa más dura, aunque en realidad es bastante acogedora, sobre todo al llegar al Valtuille de Arriba con su acogida tan especial y sus viñedos.
La llegada a Villafranca es muy especial es decir de repente hay esta, descanso en el albergue público, muy limpio y acogedor, con un gran salón y una gran cocina, las chicas que lo llevan son muy simpáticas y agradables.
Tras la ducha y la colada, me traslado con los amigos al pueblo a buscar un sitio donde poder comer, conseguido, ya con el estomago lleno visita a Villafranca empezando por la Iglesia de Santiago que en año Santo está abierta la puerta del Perdón y el peregrino que se encuentra mal y no puede seguir se le puede dar por finalizada aquí su peregrinación.
Hay un momento en que tengo un gran bajón de tensión por lo que mis amigos optan por parar a tomar algo yo una coca cola y de esta manera subir un poco esta tensión, al rato ya me voy encontrando mejor, asistimos a misa en la Colegiata de Santa María con procesión al final por ser el día del Corpus con la Guardia Civil incluida.
Nosotros decidimos después ir ya al albergue, cenar, preparar las cosas para mañana y tararí a dormir.

Etapa 26: Villafranca del Bierzo-O Cebreiro (27,2 km)




Amanece en Villafranca y comienzo a caminar dirección oeste como siempre, pero hoy dentro de mi siento algo extraño, miro para atrás y recuerdo todo lo andado y al comenzar a andar veo lo poco que queda para la llegada a Santiago de Compostela y como de una tristeza se tratara al saber que el camino está casi en su finalización o no???, quien sabe, pero bueno sientes esa pequeña tristeza pero también un gran euforia al saber que voy a completar mi gran aventura. El camino por un andadero por la antigua N-VI en un tras me hace aparecer en Pereje, donde paro como no a desayunar y secarme un poco, tras acabar con el desayuno, parece también que termina la tormenta.

El camino muy parecido hasta Trabadelo, pero la verdad que muy tranquilo el paseo apenas molestan los pocos vehículos que pasan por la carretera.

La llegada a La Portela deVarcarce hace que ya se abandone la antigua N-VI y cogiendo otra menos transitada aun hasta llegar a Ambasmestas.

Paso por varios pueblos hasta llegar a Las Herrerías, lugar donde hago un descanso para tomar un cola cao que gentilmente nos invita el propietario de un hotelito, ya que en esos momentos está cerrado.

A partir de ahora llega el momento de la verdad, una fuerte subida me espera, comienzo el ascenso y al llegar a una zona que se escucha continuamente la caída del agua y parece que vas por un túnel por la gran vegetación existente. La llegada a La Faba hace que uno respire y coja aire, parada obligada hay un bar que hacen unos bocatas de chorizo frito que no lo puedes dejar pasar, además sirve para coger fuerzas y así poder llegar a la meta que tan próxima está. Una vez con el estomago lleno reanudo la marcha, pero con una gran sorpresa ya la subida no es tan dura como lo que ha quedado atrás, tan solo mucho barro por el camino, pero que importa ya se puede ver O Cebreiro y como no una gran sonrisa en el rostro.

Ahora toca entrar en el albergue, ducha, colada (hoy en maquina y secadora) y como no visita a O Cebreiro. Entro en un restaurante a comer y me dan algo muy extraño que ellos llaman espaguetis, yo no sé qué nombre darle, pero da mucho miedo, así que abandono el restaurante y marcho al albergue donde hago comida compartida con otros tres peregrinos más, un manjar.

El día transcurre con tranquilidad y tan solo se habla de la etapa de mañana y lo poco que nos queda.

Ya con sueño y siendo las 22,00 horas marcho a dormir, no sin antes tomar algo de fruta y dejar preparada la mochila para el día siguiente.


Etapa 27: O Cebreiro-Triacastela (20,5 km)


Madrugón para poder ver amanecer en O Cebreiro, ya que la recomendación es bastante grande, pero por desgracia la niebla impide poder ver tal espectáculo.

Una pequeña subida de unos 3 kilómetros me hace llegar a Liñares de hay por carretera hasta el Alto de San Roque con la estatua del peregrino del escultor Acuña, fotos de rigor con el grupo de gente que nos hemos juntado ya en más de una ocasión.

La llegada a Hospital de la Condesa de hace en un tras y bastante ameno.

Tras un paseo me encuentro con la gran sorpresa del Alto del Poio, que a pesar de su escasa subida se me hace muy dura.

Bueno pero todo tiene su recompensa, un buen desayuno, charla con los amigos por lo sorprendente de la subida a pesar de ser tan corta y como no mochila a la espalda y a continuar con la ruta.

Galicia quien te ve, algo entrañable escondes y no sé decir que es, pero todo lo que veo me fascina y sus gentes tan acogedoras.

La llegada a Viduedo es bastante fácil y difícil de olvidar. Me han regalado un trébol de 4 hojas y como no parón para descansar o más bien para charlar y disfrutar de estas aldeas tan maravillosas, que te sienten parte de todo lo que te rodea, ya tan solo queda una horita para llegar a Triacastela.

La llegada a Triacastela es bastante rápida, miramos el albergue municipal, pero no nos hace mucha gracia y marchamos a uno privado que a pesar de ser algo frio en su acogida es bastante cómodo en lo demás.

Ducha, colada y como no comida, pero de las de verdad y como no podía ser de otra manera unos orujitos de la tierra para la digestión.

Hoy dejo todo preparado ya que mañana tengo llegar a Sarria muy temprano para recoger a mi suegro (ya se acaba el andar solo, si es que algún día ande solo). Observo la salida y tengo dos opciones por Samos con sus 24 kilómetros o por San Xil que son 18, pero me decido de ir por Samos ya que me hace ilusión poder ver su monasterio.

Ya llega la hora de dormir y tras dar las buenas noches a todos mis compis, le digo que mañana no estaré en Sarria sino que posiblemente andaré 5 km más para que mi suegro ande un poco y se desoxide.


Etapa 28: Triacastela-Barbadelo (22,6 km)



Madrugón a lo grande, hoy en pie a las 4,30 horas de la mañana, tengo que llegar pronto a Sarria ya que me espera mi suegro, espero que tenga paciencia a la hora de la espera.

Me como un plátano y me bebo un batido, me coloco la mochila y listo para la gran cabalgada. Por una parte me disgusta tener que ir tan rápido, pero en fin a si son las cosas.

El paseo va siendo tranquilo a pesar de no ver un pimiento, llegada a San Cristovo del Real. Dejando la iglesia de San Cristovo a mano izquierda, el camino cruza el Oribio por dos puentecitos, uno de ellos con lavadero.


Pasados Renche, Lastres y Freituxe, se llega a San Martiño y, después de una serie de bajadas pronunciadas, hasta Samos, donde además del espectacular monasterio se encuentra una gran cafetería donde sirven un cola cao con tostadas y no las perdona un muerto.

Ya con el estomago lleno, continuo marcha tras una charla en la cafetería con otros peregrinos que inician la ruta, deseando a todos un buen camino.

A la velocidad que voy creo que me puede quedar como dos horas hasta llegar a Sarria por lo que me dispongo a llamar a mi suegro para que se haga la idea de mi próxima llegada.

Abandono Samos. Se sigue caminando por carretera hasta Teiguín, donde se coge por el margen del río hasta llegar a la entrada de Pascais.


En Pascais, bajando a la izquierda por un camino de piedras atravesado por un arroyo, se encuentra la iglesia de Santa Uxía de Pascais y su casa rectoral. Se sigue entonces dirección Gorolfe, donde se cruza el puente para seguir luego las indicaciones a Reiriz.

De camino a Sivil, el río deberá quedar a la izquierda, transitando por un terreno bastante plano. Luego hacia a Guiada, a unos 4 km de Sarria, cruzando el pueblo para llegar a la carretera donde la variante de Samos se une con la de San Xil para finalizar en la perseguida Sarria.

Por fin me encuentro con mi suegro tras un abrazo y preguntado y ya desayuno comentamos nuestro camino y como no sus primeros pasos, que con mucha ilusión emprende.


La salida de Sarria es bastante amena ya que no paramos de hablar de la familia y de las cosas que me están pasando en el camino sin darnos cuenta nos encontramos atravesando el Ponte Da Aspera y de ahí las vías del tren.

Sin darnos cuenta entramos en Barbadelo y tras dejar las mochilas en la puerta del albergue, decidimos ir a lo que llamaremos bar (una especie de caravana con su mostrador) y nos tomamos unos refrescos y unos bocatas.

Ya es la hora de entrar en el albergue, le explico a mi suegro lo que se suele hacer y seguidamente una ducha y colada. Sorpresa me encuentro con mis amigos el belga y la alemana. Tras la visita rápida al pueblo no hay mucho que ver mi suegro se va dormir un rato la siesta mientras yo comparto ratos de tertulia con los amigos. Luego misa y cena en la pensión que hay en el pueblo y ya sin más demora toca ir a dormir que mañana será otro día.


Etapa 29: Barbadelo-Gonzar (24,5 km)



Se comienza con un paseo temprano sin antes tomar unos batidos de chocolate y unas galletas.

La paz y el silencio invaden en estos momentos el camino. Llegamos a Fonte do Pelegrin y el Molino de Marzán donde paramos unos minutos para comer algo de chocolate y hacer algo de aguas menores. Tras colocarnos las mochilas emprendemos la marcha.

Tras pasar las aldeas de Peruscallo, Cortiñas, Lavandeira y O Casal llegamos a Brea.

Nos cuesta enterarnos del paseo tan estupendo que estamos haciendo, llegando a Ferreiros y Rozas sin darnos cuenta.

Entre carreteras y caminos que nos sirven de atajos pasamos por las pequeñas aldeas de Moimentos, Moutrás y A Parrocha.

Sin querer entramos en Vilacha y comienza un descenso entre campos de cultivo, iniciando un fuerte descenso al valle del Miño, hasta llegar al puente - viaducto del embalse de Belesar, el camino se adentra en el pueblo por unas escaleras que se encuentran justo enfrente de la carretera y que conducen al centro del pueblo, donde se localiza el albergue, muy cercano a las iglesias de San Pedro y de San Nicolás, en la misma plaza del ayuntamiento y la zona de soportales.


Una visita al pueblo, a su iglesia. Luego entramos en una tienda para comprar algo de provisiones y como no al banco a por dinero.

Una vez listos para iniciar el paseo que nos queda a la salida ya de Portomarín nos encontramos con un grupo de chavales de un instituto que están haciendo el camino de Santiago como viaje de fin de curso, casualmente van a dormir a Gonzar, les animo ya que ayer tuvieron que dormir en un pajar.

Tras cruzar un puente estrecho metálico iniciamos camino ascendiendo por el monte hasta llegar a un altiplano lugar donde nos encontramos con la carretera LU 633.


Cojo un andadero por dicha carretera hasta llegar a Toixibo y seguidamente a Gonzar. Llegamos al albergue donde tras una ducha y una buena colada, comemos una fabada de lata (donde este un buen restaurante).

Mi suegro decide irse a dormir y yo tras charlar un rato con el grupo de chavales y enseñarles a como curarse las ampollas me dispongo a dar un paseo por la aldea y charlar un rato con los amigos.

Luego cenaríamos en el bar y planificaríamos la ruta para mañana que bueno, parece que se presenta de lo más importante.


Etapa 30: Gonzar-Melide (31,9 km)



Son las 6 de la mañana y ya listos para empezar la ruta, así que tras calentar un poco y tomar algo como desayuno, comenzamos con el paseo de hoy.

En un tras estamos en Castromayor y para poner un poco a prueba a mi suegro le pido por favor que me indique por donde tenemos que seguir, el mira como loco para todos los lados pero le es imposible localizar la flecha que le saque de dudas, así que le indico donde está y tomamos ruta otra vez llegando a Hospital de la Cruz y seguidamente Ventas de Narón.

Al haber tantas aldeas la ruta se hace bastante amena.


A pesar de ir en subida hacia el alto de Ligonde donde se encuentra unos de los cruceiros más bellos del camino junto al de Boadilla del Camino.

A la llegada a Ligonde le cuento que según el Codex Calixtinus pululaban en la antigüedad algunas prostitutas para embaucar a peregrinos despistados y por estas zonas.

Nos reímos un rato y seguimos y tras un buen rato sin abrir la boca nos encontramos entrando en Palas del Rei, donde paramos a tomar algo y probar un poco de su queso.


Mi suegro entusiasmado pensando que tan solo nos quedan 5 km hasta Casanova y hay ya acabamos la etapa de hoy, pero no sabe que mi pensamiento real es llegar a Melide (mentiras piadosas para que el cuerpo ande con más alegría).

Al llegar a Casanova podemos ver el albergue en esta aldea sin un bar donde poder comer y algunos vecinos nos hablan mal del albergue por lo que me cuesta poco convencer a mi suegro que Melide esta aquí al lado.

A regañadientes comienza a andar pero al mismo tiempo se le ve feliz.

La llegada a Furelos se hace con toda tranquilidad además de su gran hermosura, como podemos observar nada más ver su puente. Empezamos a ver cantidad de peregrinos comiendo pulpo y tortilla de patata, entramos en su iglesia donde podemos ver a un Cristo con un solo brazo en su cruz.


Seguimos camino y en un momento estamos en Melide, buscando el albergue recorremos todo el pueblo, llegando a él tras atravesar un mercadillo. En el albergue nos dan cama y como es natural ducha y colada.

Como es natural nos trasladamos a la pulpería Ezequiel donde con unos amigos comemos, bebemos y reímos.

Tras terminar de comer mi suegro nos abandona ya que le espera su siesta. El resto quedamos de cháchara y risas al hablar del camino. Me dicen que mañana ellos piensan llegar a Pedrouzo, yo les digo que aun no lo sé pero que si mi suegro se encuentra bien no dudaría en llegar, ya veremos.


Ya en el albergue y tras preparar las cosas para mañana, decidimos cenar así que compartimos cena con el matrimonio de Madrid. De esta manera mi suegro se le ve más animado ya que los pies le empiezan a dar algo de lata, aunque él se quiere hacer el duro, se que ya le están pesando un poco.

Bueno ya creo que llega el momento de descansar y de reponer fuerzas para mañana. Así que a la cama sin protestar.


Etapa 31:Melide-Pedrouzo (33,5 km)


Parece que fue ayer cuando empecé y sin embargo ya son treinta días caminando siempre al oeste. La cantidad de historias que se han quedado en el tintero, al igual que la cantidad de amigos que andan esperando una simple sonrisa o un simple abrazo.

Ya es la hora de andar y retomar el camino así que tras colocarnos la mochila y desayunar algo ligero, la salida a la calle es casi inmediata, las piernas tienen muchas ganas de andar o quizás es el corazón que ya tiene ganas de saludar a toda la familia a la que tanto se le añora y tanto me anima.

Tras recorrer unos pocos kilómetros paramos para compartir un poco de chocolate y hacer algo de aguas menores. Pero en un tras ya estamos caminando hasta llegar a Boente y de ahí parece que le cuesta a mi suegro llegar a Castañeda (posiblemente por su subidas y bajadas, algo así como dicen mucho, rompe piernas).


En un tras estamos en Ribadiso de abajo y de ahí a Arzúa que al ser tan temprano (jjejejejejeje) continuamos ruta.

Hoy mi suegro esta algo dolido, su andar ya no es el de otros días, se nota que las ampollas le están haciendo bastante daño. Se queja y hay un momento que le digo que puede coger si quiere un taxi y esperarme en Pedrouzo, parece que el orgullo se lo toque, ya que no se queja más y continua caminando.

Paramos en una aldea donde tomamos unos refrescos y descansamos un poco.

El camino transcurre muy tranquilo, saludando continuamente a peregrinos, hoy se ve el camino bastante animado, y la llegada a Salceda es bastante amena. Ahora toca un poco de asfalto, por lo que acelero un poco la marcha, no me gusta andar por una carretera a la que hoy se le ve bastante transitada, encuentro una pista de tierra a la derecha donde encuentro un monumento a un peregrino que falleció en ese lugar en 1993, del nombre no me acuerdo, pero bueno que Santiago lo tenga junto a él.


La llegada a Santa Irene se hace algo dura, ya que es el punto más alto de la etapa de hoy, mucho peregrino ya descansando y el albergue se le ve completo. Ya solo nos quedan unos 3 km para acabar con la etapa de hoy.

Un paseo a pesar de ver como a mi suegro la cara la tiene rota, no le digo nada, solo palabras de ánimo, al entrar ya en Pedrouzo, me llevo una gran sorpresa me encuentro a mis amigos franceses Francisco y Juan Pablo, nos abrazamos y se los presento a mi suegro, este que se encuentra bastante agotado, contesta bastante grosero, diciéndome que ya está bien de pararse tanto, que hablo con todo el mundo, lo le hago caso porque supongo que esas palabras no son suyas, sino del agotamiento. Entramos en el albergue donde ya nos dan cama y tras una ducha y la colada, obligo a mi suegro a que lave su ropa (me dice que no hace falta que mañana termina, que ya la lavará su mujer, pero termina lavándola).


Ahora la comida en el restaurante y seguidamente le pongo los pies en remojo con sal, para que el después termine durmiendo su siesta.

Yo busco a mis amigos franceses y estos me presentas a sus mujeres, tras un rato de charla les dejo que estén tranquilamente con sus familiares. Me encuentro comprando algo de cena y sorpresa aparece mi suegro.

A la hora de la cena me encuentro con el matrimonio de Madrid, así que compartimos cena y hablamos del día de hoy. Ya cansados quedamos para desayunar mañana tranquilamente ya que no hay prisa en salir, solo pensamos en llegar a Monte de Gozo (bueno yo a Santiago, tengo que confesarlo). Nos acostamos y hoy la gente tarda más de lo normal en permanecer en silencio pero también lógico al pensar que ya se acaba el camino.



Etapa 32: Pedrouzo-Santiago de Compostela (19 km)



Bueno que decir hoy, si tan solo me separan 19 km de Santiago de Compostela, el albergue es una fiesta y son las 4 de la mañana, se notan los nervios por llegar a la meta. Tantos dolores quedaron atrás, tantas risas, algunas lágrimas que intuyo que hoy volverán. Son muchos días viviendo tan intensamente con tanta gente, conociéndote interiormente, mostrando lo mejor de cada uno y comprendiendo que con una simple mochila y lo básico para vivir puedes llegar a ser muy feliz y que no hace falta mucho más para vivir.

Bueno yo estoy en la cama y no quiero hacer mucho caso de el resto de peregrinos, pero es inevitable tanta gente con ganas de llegar te contagian.


Así que en pie y tranquilamente en el salón tras vestirme y preparar las cosas, marcho junto a mi suegro al salón donde tranquilamente desayunamos con el matrimonio de Madrid. Solo quedamos nosotros cuatro, bueno y algún despistado como nosotros.

Salimos ya, por un estupendo bosque de eucaliptus, muchos pensamientos y charlas. En un momento nos encontramos en Amenal.

Hoy mi suegro se encuentra como un chaval de 20 años (mis chanclas hacen milagros, hoy se las deje y parece Fitipaldi). Toma la cabeza del grupo junto a María y no andan vuelan y eso que tiene ampollas.

Llegamos a una cafetería en Lavacolla donde paramos a desayunar, nos despedimos de nuestros amigos de Madrid ya que ellos continúan. El desayuno estupendo, lo único malo es que perdí mi braga del cuello, esa que tanto me acompaño y justo el último día la perdí, creo que tenía que quedarse en el camino.

"Realmente no hay descanso en nuestro camino pero anda siempre atento por él, alza la vista del suelo, puedes encontrar quien te de fuerzas para recorrerlo y lo haga junto a ti. Es un gran regalo que debemos agradecer…"


Continuamos con el avance y sin querer entramos en el Monte do Gozo, tras visitar la capilla de San Marcos, entramos en el complejo turístico con un leve pensamiento de quedarnos a dormir, pero al verlo se me quitan las ganas. Parece un campo de concentración al ser tan gris todo.

Así que tras una discusión decidimos que lo mejor es llegar a Santiago. Llamamos a la familia ya que nos esperan en la plaza del Obradoiro, pero que aun están de camino, por lo que la llegada a Santiago la hacemos de lo más tranquilo que se puede hacer.

Tras entrar en Santiago y derramar unas lágrimas continuamos por el pueblo hasta llegar a un bar terraza donde sin querer nos sentamos y como no hay que comprobar la calidad de los vinos gallegos, así como de sus tapas, el trato fue más que excelente y a la hora de pagar también.


Los peregrinos que pasaban junto por donde estábamos nos miraban con cara de asombro, como diciendo que la catedral estaba ya cerca, que no perdiéramos el tiempo, tras bebernos 2 botellas retomamos el camino con otra cara y con buenas palabras entre nosotros al llegar a la Porta del Camino la emoción me embarga. Con una gran emoción en el interior.

Al entrar en la Plaza del Obradoiro me encuentro con la familia, abrazos y besos, besos y abrazos. Muchas palabras sin sentido y una gran emoción en todo mi interior.

Ya tenía ganas de poder abrazar a María y Pilar (Mis dos mujeres) y por fin llego el momento tan añorado durante todos estos días atrás.


Paso siguiente entrar en la catedral y abrazar al Santo, compartiendo abrazo departe de tanta gente que me pidió que tan solo diera una abrazo al Santo. Son momentos muy emotivos, indescriptibles. Seguidamente paso por la oficina del peregrino y recogida de la Compostela, tan hablada durante tanto tiempo. Luego al hotel, baño de verdad en una bañera y listo para emprender una nueva vida.


Otro momento importante el adiós o simplemente un hasta pronto tras besos y abrazos a todos los amigos que quedaron en el camino o tuve la suerte de poder de despedirme de ellos en Santiago. No sin antes poder compartir unas cervezas y unos vinos como tantas otras veces en el camino.

El momento de darles la espalda para decirles adiós y continuar con mi camino es bastante triste, las lagrimas salen sin querer y las palabras no salen de mi voz por mucho que lo intento, un gran nudo en la garganta me invade, pero la vida continua y hay que afrontarla tal y como viene. Además tengo mi familia que es lo mejor del mundo y es sin dudarlo mi mejor camino.

Llega el momento de decir adiós pero, por que no me gusta solo puedo deciros hasta pronto.

"Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro"



"Ultreia et suseia"

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